EL MONSTRUO DE LA ALEGRÍA
Hola, soy el monstruo amarillo. Estoy pasando unos días en el aula de 3 años para enseñar a los niños/as en que consiste la emoción de la alegría.
El primer día que llegué al cole, me escondí. Pero los niños/as pronto me descubrieron.
Todos se pusieron muy contentos al verme. Y aunque yo siempre estoy alegre, me sentí muy feliz por el recibimiento tan cariñoso de los niños/as de 3 años.
Seguidamente la maestra nos puso a bailar “El tren de
la alegría”. De esta manera descubrimos que bailar nos produce alegría.
Y entre todos/as decidimos crear una cadena, como la de la protagonista del cuento. Así que nos sentamos en nuestras sillas y dibujamos una sonrisa que metimos en el “saco de las sonrisas”.
Cuando terminamos todos/as de echar las sonrisas, nos dimos cuenta de una cosa, el saco no
estaba lleno. Y pensamos que los papas y las mamas, nos podían ayudar.
Al día
siguiente cada familia, trajo una sonrisa para echar en el saco.
¡Qué bonito es
repartir alegría a los demás!
La actividad consistía en traer de casa, un dibujo. En el dibujo tenían que expresar que cositas les producía felicidad. Al día siguiente, lo niños/as me enseñaron sus dibujos y me los explicaron.
Cuando regresamos del patio, hicimos la relajación. Pero menuda sorpresa nos llevamos. La luna había venido a visitarnos y estaba muy contenta porque había recuperado su brillo. Fue un momento mágico que nos llenó de felicidad.
Gracias a las estrellas de nuestro cole, la luna había vuelto a sonreír. Otra misión cumplida.
Ya he cumplido con mi misión en esta clase porque he conseguido traer la alegría, y fabricar un montón de sonrisas. Pero os voy a confesar un secreto: “me siento tan bien en este cole, que he decidido quedarme una larga temporada. No hay cosa que me haga más feliz que repartir mi alegría a los demás”.
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