Había una vez en un pueblecito llamado Jódar, un
esqueleto que vivía escondido en una habitación de un colegio.
Esqueleto había sido un gran pirata y había viajado con
su barco por todo el mundo, descubriendo lugares maravillosos. Pero un día
inesperado, unos malvados piratas asaltaron su embarcación, le quitaron sus
tesoros y con una espada encantada, le cortaron una mano y lo convirtieron en
un esqueleto.
Esqueleto avergonzado por aquel suceso, decidió
esconderse en una habitación llena de trastos.
Esqueleto tenía miedo de volver a salir al mundo porque creía
que la gente se asustaría de él.
Todas las mañanas, desde la ventana de la habitación, veía
a los niñ@s y era muy feliz escuchando
sus risas .
Pero cuando el cole terminaba, volvía la soledad, el
silencio y la eterna tristeza. El deseaba con todas sus ganas salir de aquel
lugar y jugar con los niñ@s. Pero su miedo a ser rechazado le impedía salir de
aquella habitación.
Un día ,mientras estaba asomado en la ventana observando a
los niñ@s jugar, sintió un ruido. La puerta se abría. Esqueleto trato de
ocultarse detrás de unas cajas, pero no le dio tiempo y fue sorprendido por una
linda mujer que llevaba en sus manos una caja llena de cachivaches. La mujer
sorprendida, soltó la caja y se quedó mirando al esqueleto. El pobre Esqueleto
temblaba de miedo, pero de repente la mujer le dijo: “No te asustes, soy Isabel,
¿Cómo te llamas tú?.” Esqueleto se presentó y le conto su historia.
Isabel decidió ayudarle y lo llevo a la clase de 4 años.
Cuando llego al aula, los niñ@s lo recibieron con mucha alegría. Esqueleto se
sintió tan especial. A nadie le importo
su aspecto.
A partir de ese momento, se olvidó de sus miedos y solo
pensaba en jugar con sus nuevos amig@s y compartir con ell@s sus conocimientos.
Esqueleto mostró a los niñ@s sus huesos y como se llamaban:
tibia, peroné, cubito, radio…
Junto a Esqueleto, los niñ@s descubrieron las radiografías.
Aprendieron lo que hay dentro del cuerpo humano.
Aprendieron a cuidar de su cuerpo:
- · Haciendo deporte y bailando.
- · Comiendo
comida sana.
- · Lavándo sus dientes .
- · Relajando
los músculos.
- · Curando
el cuerpo cuando está enfermo.
Esqueleto también disfruto con los niñ@s dibujando
siluetas y jugando con las sombras de
sus cuerpos.
Esqueleto era muy feliz en clase y aprendió con sus
nuevos amig@s que “todo lo que siempre
había querido estaba al otro lado del miedo”. Ya le había dedicado demasiado
tiempo a sus miedos. Ya era hora de volver a construir un barco. Y de navegar por
el mundo para poder ir a otros colegios a conocer a otros niñ@s y transmitirles
sus conocimientos.
Los niñ@s y la seño se despidieron de Esqueleto. Le
desearon mucha suerte en su nueva aventura y le pidieron que año que viene los
volviese a visitar.
Tras su marcha, los niñ@s explicaron a la seño todo lo
que habían aprendido con este nuevo reto.
“Porque si dejas salir tus miedos, tendrás más espacio para
vivir tus sueños”.
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